El siguiente articulo es un extracto de otro publicado en el periódico tierra y libertad (nº 142, oct. 99), escrito por Ekaitz Beltza (FAI).

El ser humano esta tan convencido de la necesidad de lideres que le guíen, que se ha olvidado de pensar y actuar bajo su propio criterio, de ser los protagonistas de sus propias vidas, de su historia y su destino como hombres y mujeres libres con los pro y los contra que dicha condición conlleva. Por ello los anarquistas seguimos pensando que nuestro mensaje continua vigente ya que la libertad continua estando allí, esperando a que nos decidamos de hacer uso de ella individual y colectivamente.
Nuestro enemigo en esta lucha no es musulmán, ni cristiano, no es árabe ni judío, no es negro ni es blanco, no es vasco ni español, no es escuálido ni bolivariano, no es católico ni protestante, nuestro enemigo no tiene patria, ni banderas, ni religión, ni fronteras, ni nacionalidad ninguna por eso nuestra lucha tampoco debe tenerlas. Nuestra guerra no es contra los pueblos, razas o religiones, es contra un enemigo podrido de dinero (capitalismo); auspiciado por una cuadrilla de iluminados y vividores de la mentira (políticos y religiosos) y defendido por una horda de descerebrados armados hasta los dientes (militares y policías).